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sábado, 26 de enero de 2008

Crítica de cine: Soy Leyenda

Will Smith vuelve a interpretar al típico héroe americano que tanto le gusta y le pega en esta película de ciencia ficción. Y lo hace en un remake de la producción italiana de los años 70 "El último hombre sobre la tierra", adaptada al cine por el propio escritor de la novela de ficción, Richard Matheson.

Robert Neville (Will Smith) es un ciéntifico inmune hasta la fecha por el virus que ha azotado a toda la tierra y vive en una Nueva York desolada intentando encontrar el antídoto a susodicho virus mientras por radio busca a posibles supervivientes a la catástrofe. Allí transcurre la trama junto a su perra Sam y rodeada de seres infectados por el virus que solo pueden salir a las calles durante la noche puesto que la luz solar quema sus cuerpos. Robert mientras investiga en su laboratorio a los infectados con la esperanza de salvar a la humanidad, pero un buen día su perra Sam es atacada por perros infectados y muere, con lo que Robert se queda absolutamente solo y enloquece, puesto que la soledad en la que vive desde hace tres años se hace inaguantable.


Esa noche en un intento desesperado va en busca de los infectados e intenta matarlos a golpe de coche, pero consiguen volcarlo y cuando está a punto de morir dos supervivientes procedentes de Maryland, madre e hijo, le salvan y llevan a su casa. Pero Robert en el camino deja un rastro de sangre que a la noche siguiente será la pista definitiva para que los infectados encuentren la casa de los supervivientes. Después de una moralina religiosa que apesta un poco se produce una lucha encarnizada por sobrevivir hasta que se refugian en el laboratorio, donde Robert descubre por sorpresa que uno de sus antídotos ha surtido efecto con una infectada.


Como un "héroe" típico Robert dará su vida para que los otros dos supervivientes puedan llevar el antídoto a la ciudad soñada por ellos, en Vermont, donde se encuentra el último reducto humano y desde donde se iniciará la nueva vida humana. Película escasa en cuanto a contenido, con buenos efectos y con no mucho argumento. Rodada a la medida de Will Smith con el fin de atraer a sus incondicionales y reventar taquillas de medio mundo, entretenar 100 minutos e irte a casa sin apenas acordarte de lo que has visto.


Nota: 5,5

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