A veces la vida te da sorpresas y los cambios se suceden uno tras otro. A veces piensas que esos cambios deben de ser los definitivos y que deben servir para tomar el impulso necesario para vivir dignamente y sin sobresaltos. La vida nos vuelve a demostrar que es como una cebolla y que hay que seguir quitando capas hasta que encuentras la "tuya".
En este caso me tengo que referir a mis primos. Han decidido vender definitivamente el chalet de Seseña y así poder salir del hoyo en el que siguen metidos. Han sido muchos palos durante los últimos años y quizás esta sea la última oportunidad que tengan de levantarse de una vez y ver el futuro, por fin, algo más claro que hasta la fecha. Han luchado mucho durante estos años para no tener que dar este paso, pero la obligación aprieta y quizás, aunque sea doloroso 100%, vender el chalet sea el camino para salir del atolladero. Nosotros desde aquí les deseamos suerte, que si tiene que ser así y si es para mejor, mandarles ánimos y fuerzas para afrontar la nueva y esperamos definitiva etapa. Brindamos por ellos y les deseamos lo mejor, por ellos, por Iker y por todos los que sufrimos por ellos. Hasta pronto y suerte primos...
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