Como ya sabéis el día 22 de marzo iniciamos Eki y yo nuestro viaje a Egipto. Las fechas estaban bien calculadas, puesto que ahora allí la climatología es mucho más benévola que en verano, y yo no estaba dispuesto a pasar unas vacaciones conociendo cosas a 45 grados al sol. Así que después de salvar diferentes inconvenientes pudimos elegir el viaje en las fechas deseadas y disfrutar de unos más que agradables 30 grados egipcios.
El día 22 de marzo partimos a Barajas a coger el avión que cinco horas más tarde nos dejaría en Luxor, la primera parada del viaje. Llegamos un poco aturdidos al puerto donde te está esperando la motonave que te llevará durante 4 intensos días a través del Nilo dirección Aswan (o Asúan). Casi 300 kilómetros de navegación con diferentes paradas que harán la delicia de los viajeros, sin duda. Llegas al puerto y te están esperando nativos de Luxor intentando, desde el primer minuto, venderte cosas. Tú llegas con tu cansancio y encima se arremolinan a tu alrededor, empezamos mal. Paciencia. Me llega uno y me dice que le cambie un billete de 10 euros por monedas. Accedo. Al final me da 11 euros, salgo ganando sin darme cuenta, pobre hombre, bueno, a partir de ahí seguro que salgo perdiendo en todas las demás operaciones que haga, sin duda alguna me sentiré timado mil y una veces y sin embargo en la primera el pobre señor me da 1 euro de más.
Entrada al barco y a conocer a mis nuevos compañeros, somos 18 personas en total, con mayoría catalana, luego decimos que no gastan, con los que formaremos una especie de Gran Hermano en el barco durante los siguientes 4 días. Todo el día juntos hasta que lleguemos a El Cairo. Cena en el restaurante de a bordo, charla animada con los nuevos compis y luego a conocer el camarote. que nos ha tocado en suerte, en principio pensamos que hemos tenido la suerte de cara. El paso de los días nos dirá lo contrario, estamos cerca, demasiado, de los motores del la motonave, aunque ésto tampoco llega a ser un inconveniente insalvable. Llega la hora de descansar, ha sido un día largo e intenso, vuelo de 5 horas y cansancio acumulado. Primera noticia, al día siguiente tenemos que estar despiertos a las 4.15 de la mañana, toca irse a la cama. En la tele del camarote no hay cadenas españolas visibles. Mejor apagar la luz y a descansar. Nos esperan unas vacaciones intensas...
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