Se ha retirado una de los futbolistas que ha marcado época. Un tío que a pesar de jugar en el Barça, Inter, Real Madrid o Corinthians no podía caer mal a nadie. Siempre con esa sonrisa en la boca, siempre con el gol entre ceja y ceja y siempre un fenómeno allá donde ha ido.
Las lesiones, la falta de sacrificio en los entrenamientos y la tendencia a coger peso han lastrado enormemente la carrera de un jugador que era llamado a ser uno de lo más grandes de todos los tiempos. Aún recuerdo aquel Mundial de 1992 de Estados Unidos, cuando era un chaval de 17 años y no llegó a debutar, pero allí estaba ganando su primer Mundial un chavalín que luego deslumbraría al mundo, primero y en menor medida en el PSV, pero con su paso al Barcelona explotó y todos podemos recordar perfectamente su gol al Compostela en una carrera antológica de 55 metros. Fue una auténtica pasada. Ese año marcó 34 goles, aunque pienso que sino llega a ser por alguna lesión muscular que tuvo, pudiera haber superado la mítica marca que ahora intentan superar el otro Ronaldo y Messi, la de los 38 goles del gran Zarra y del mexicano Hugo Sánchez.
Aquella temporada fue una delicia, aunque el Barça "solo" pudo ganar la Recopa, precisamente con un gol de penalty del gran Ronie. Luego vino su fichaje por el Inter, un esperpento, no sé como el Barça no pudo retener al mejor, el caso es que el brasileño hizo mucho por irse y ahí empezaron sus desgracias. Después de un buen primer año, llegó la lesión de rodilla, luego recuperación y vuelta a caer. Un infierno el que tuvo que sufrir el carioca. Luego volvió y cuando nadie daba un duro por él sacó su magia en el Mundial de Alemania, confirmó que estaba totalmente recuperado e hizo ganar a Brasil el Mundial, su segundo Mundial en particular.
Después vino su fuchaje por el Madrid y la vuelta del superclase. Quizás sin tanto punch como en el Barça, pero el fenómeno volvió a brillar con los merengues. Un superclase sin duda alguna. Pero también en Madrid vivió su ocaso, fiestas, cumpleaños, mujeres y kilos.
Ahora ha anunciado que se va, que deja el fútbol, ha ganado todo y se va uno de los mejores, un jugador de clase, potencia y definición, un killer en toda regla, O fenómeno.
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