Quizás sea un calificativo peligroso y arriesgado, hablar del mejor partido, del mejor jugador, del mejor piloto, en fin, siempre es subjetivo y no es fácil poner a la gente de acuerdo.
Pero os dejo el documental que se hizo sobre la final de Federer y Nadal en Wimbledon en el 2008, un partido épico, espectacular y recordable para la gente que disfruta del tenis, de Nadal y de Federer. A mí me pilló en Riviera Maya y aún así pude seguir el partido, no entero, porque la playa y el sol me llamaban, pero si lo suficiente para disfrutar de un espectáculo único.
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