Mira que lo llevo con resignación absoluta, pero lo de los madrugones me está matando. Y lo que es peor, ahora le ha dado por hacer mal tiempo y nos llega un temporal escandinavo... con lo bien que estaba por el norte de Europa se le ocurre venir a nuestras tierras, ¿ no se da cuenta de que fastidia las vacaciones a los privilegiados que vienen a Bilbo?. En fin, como siempre digo, paciencia, mucha paciencia.
Así que aquí estoy una Semana Santa más currando, con viento, lluvía, frío y poca gana. Pero ya me tomaré cumplida revancha en su momento, no me queda otra. Ahora a sufrir dos madrugones más, gente pesada, frío y lo que venga. Después, tres días de relax cuando todo el mundo esté con la resaca de las vacaciones y a recuperar el sueño perdido. Ya se sabe que para que unos disfrutes otros tienen que trabajar y de momento y a la espera de encontrar algo mejor que me haga ser una persona "normal", no me queda otra que complacer a la gente adinerada para que ellos disfruten de unas vacaciones pasadas por lluvia visitando una ciudad transformada, una ciudad muerta en estos días y un museo que visité el pasado miércoles en el que el arte se concibe de una manera diferente que no me atrae en absolute. Hasta pronto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario