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viernes, 27 de abril de 2012

Una ayuda desde el cielo...

Sé que allá donde estuvieras viendo el partido ayudaste a que Ibai tuviera el descaro de hacer ese recorte preciso y precioso, ayudaste que a Llorente metiera la pierna en el primer palo y moviste 2 centímetros el poste para ese balón entrara a la portería.

Corría el minuto 87 cuando Ibai centraba desde la parte izquierda del área lusa y Llorente metía como podía la pierna en el primer palo. En ese momento los sentimientos se desataron por completo, la alegría se fusionó y el orgullo rojiblanco, el orgullo de ser del Athletic se desató por toda Bizkaia. Gritos, abrazos, emociones y por qué no, lagrimas...

Quizás por todo ello sea sumamente injusto que no hayas podido vivir lo que nosotros sí estamos pudiendo disfrutar esta temporada. Después de todas esas tardes pegados a la radio escuchando los "bakalaos", de los sinsabores de muchas temporadas sin ver la luz, de ver decenas de partidos y escuchar tus feroces críticas y tus pesimismos, te merecías vivir este año y poder ver a tu Athletic de nuevo en una final, bueno, en dos, que lo que hemos logrado este año tardaremos mucho, mucho tiempo en volver a verlo. Seguro que no seamos totalmente conscientes de lo que hemos conseguido y solo el paso del tiempo nos dará la perspectiva necesaria para valorar todas estas alegrías que llevamos este año.

Me hubiera gustado poder cantar contigo ayer ese gol de Llorente y ver el brillo de tus ojos por tener la suerte de volver a jugar una final europea. Desde el minuto 1 de partido de acordé de tí y cuando quedaban 2 minutos me arrodillé y se me saltó alguna lagrimilla pensando lo que hubiera disfrutado si al día siguiente podría haberte contado y comentado el partido y la hazaña del Athletic.

El 9 de mayo está a 10 días vista, una final que nadie de nuestra generación ha vivido, un sueño hecho realidad en una competición larguísima. Dejando atrás a equipos como el United, el Schalke o los lisboetas, jugando un fútbol que ha logrado sentirnos más orgullosos aún del mejor equipo del mundo. Ver las gradas ayer de San Mamés ponía los pelos como escarpias, tal y como sucedió en aquella semifinal de Copa contra el Sevilla y el guión mejor escrito se cumplía cuando Llorente ponía el tercero en el marcador a 3 minutos del final y el sueño se hacía realidad. Explotamos de alegría, de éxito y de euforia.

Siento tanto que no estés aquí que si por algo deseo ganar este año un título es por ofrecértelo a tí, porque sé que allá donde estés habrás disfrutado y habrás sonreido nuevamente. Tú también has aportado tu granito de arena para que estemos a un paso de la gloria, va por tí abuelo...

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