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viernes, 26 de noviembre de 2010

Lo que le gustan las mujeres...

a Carlos de Inglaterra, nunca ha podido esconderlo, pero ahora por lo menos tiene mejor gusto que con Camilla.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Llegan las Navidades...

Y para algunos será una buena noticia, para otros sin embargo las Navidades son casi más un estorbo que otra cosa y como diría aquel, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Para mí, personalmente, son fechas que me han ido gustando de manera regresiva. Hace unos cuantos años las Navidades para mí eran la ilusión, pero no del Olentzero, que también, sino la ilusión de volver a tener a mis primos y tíos en casa, a disfrutar de toda la familia a la vez y de reunirnos y hacer las cenas más divertidas que nadie pueda imaginar. La locura se instalaba en casa de la abuela Mari y yo creo que hicimos únicas las Navidades celebradas allí.

Cierto es que eran días mágicos, mucha guasa, muchos regalos, risas, parabienes, pocos enfados, vacaciones y juntarse con todos los prim@s daba la ocasión de pasar dos semanas realmente fantásticas. Los años fueron pasando y el hecho de que mi abuela ya no estuviera con nosotros cambiaba notablemente esas fechas. Es verdad, no era lo mismo. Mira que mi abuela criticaba las fechas, se enfadaba, nos gritaba, pero todo eso quedaba en un segundo plano y le daba cierto aliciente a las Navidades. La vidilla, el picante, ya sabéis.

Luego también es cierto que la vida de todos nosotros cambia, que las familias se ramifican por sus diferentes lados y que hay que dar cavida a nuevos miembros, novi@s e hij@s se van sumando a los de siempre y cada vez se dificulta más el juntarse, el encontrar el sitio adecuado, el encontrar la fecha o el momento que a todos nos venga bien. Además los que antes no lo hacíamos por ser niños, comenzamos a trabajar y eso dificulta aún más moverse, el hecho de tener niños deriva en atarse un poco más al sweety home y todo ello radica en un cambio notable en la manera y los días a celebrar las Navidades. La ilusión se pierde por momentos y se echa en falta a la gente ausente por uno u otro motivo. La magia que durante muchos años pudimos vivir se evapora por momentos.

Para algunos empiezan a ser fechas nostálgicas, para otros aburridas y comprometedoras, para unos cuantos fechas de consumo excesivo... en todo caso es obvio que en nuestra familia la forma de ver y vivir las Navidades ha cambiado notablemente y lo especial que se hacía antes montar el árbol de Navidad se pierde por completo. La noche del Olentzero pierde magia y salir en Nochevieja y tener el fiestón del año deja de ser importante o vital.

De todas formas, y aunque sea pronto para ello, espero que todo el mundo pase unas felices Navidades, y sobre todo, por encima de ellas, que el año 2011 nos traiga buenos momentos y pocas amarguras. Pero esto es otra historia que ya os acabaré contando.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Inaceptable...

Un personajillo como este al que dejan o invitan a salir en la tele se atreve a decir una detrás de otra sandeces y vejaciones impropias contra las mujeres con el consentimiento- risa- aceptación de los demás, denigrante, ¿no se puede hacer nada contra este tipo de personajes?.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Kit- kat en Barcelona

Dos semanas para un nuevo destino, 14 días para un nuevo viaje y una nueva ilusión. La verdad es que tener este tipo de kit- kat durante el año viene bien para el cuerpo y la mente. Llevo trabajando desde mediados de julio y aunque no me creo ningún superhéroe por ello, mentalmente sí que ando algo cansado y me vienen como anillo al dedo estos días libres de vacaciones de los que dispongo junto a Eki.

En esta ocasión hemos elegido la ciudad Condal. Barcelona. Hace tiempo que teníamos ganas de ir allí y por "h" o por "b" nunca habíamos podido o querido ir. Yo ha hice una tentativa hace unos años junto a Iñaki y fuímos un fin de semana en el que nos llovió lo que no está escrito. Hizo frío, en Bilbao casi nieve, el vuelo retrasado y el viaje un fiasco, la verdad. Total, que vimos cuatro cosas mal vistas y vuelta a casa con un amargo sabor de boca.

Ahora voy con Eki, como me gusta, en los viajes siempre nos compenetramos bien. Tenemos gustos parecidos y nos gusta patear las ciudades sin quejarnos. Hemos elegido el hotel hermano que tenemos en Barcelona y la verdad es que su situación es fantástica y el hotel tiene muy buena pinta, espero corroborarlo a la vuelta.

Todavía no tenemos ninguna ruta predefinida, queremos ver diferentes sitios, pero nos falta por definir un poco qué ver cada día. Lo mejor de todo irse de aquí, disfrutar de 4 días de relax, de turismo, de absueto y de no tener que mirar el reloj, vivir sin horarios y mentalmente libre, lo cual es impagable a todas luces. A la vuelta os cuento qué tal nos ha ido.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Pisotón con saña

Batiste, jugador del Panathinaikos de basket frustrado por su fallo no tiene una mejor idea que pisarle la cabeza a un jugador del Olimpija. La verdad es que el video habla por sí solo, una pena la falta de deportividad de este tipo de jugadores.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Los italianos tienen mucha guasa

Aunque con el presidente que tienen es normal que gasten ese humor. Un circo el ambiente político de los italianos, bueno, el ambiente político y todo lo que le rodea en general...

jueves, 4 de noviembre de 2010

Crecí viendo este baloncesto...

Parece mentira que creciera viendo este baloncesto y que este deporte me enganchara tanto. Han pasado 30 años desde entonces, ahí queda eso. Y creo, que cada día, me gusta más, aunque ya no esté para practicarlo como hace unos años...

martes, 2 de noviembre de 2010

Filosofando por la vida...

Llevo unos días dándole vueltas a qué escribir, la verdad es que quizás ande algo vacío dentro de mi cabeza y no encuentre nada interesante de lo que hablar. Hombre, tampoco creo que tenga una vida tan apática para no tener nada que contaros, pero quizás la rutina del otoño- invierno nos genere cierta apatía que nos vuelve huecos a la hora de contar cosas.
El trabajo que tenemos tampoco ayuda en exceso, todo el mundo sueña con poder dejar de trabajar algún día y así lograr que los horarios no lastren ni marquen tu vida. Al fin y al cabo solo tenemos una y quizás la mayoría de los seres humanos no la aprovechamos como debiéramos hacerlo. El tiempo es un martillo pilón que no se detiene y no se puede recuperar por mucho que lo intentemos.
El mundo de hoy en día nos absorve, nos involucra en una dinámica peligrosa donde solo podemos disfrutar de momentos contados. Todo se cierne al consumismo, la avaricia por el dinero y el anhelo siempre de una vida mejor. Es verdad, nunca estaremos conformes con lo que tenemos y ello nos lleva a un estado de frustración constante que nos impide disfrutar plenamente de nosotros, de los que nos rodean y de todos los buenos momentos que se nos pueden presentar. Todo lo ceñimos a los días libres, a las vacaciones, a ese fin de semana que tienes planes, olvidando por completo el resto del tiempo, utilizándolo como un kleenex de usar y tirar.

La inconsciencia sobre el rápido paso del tiempo, la fugacidad de nuestras vidas y el eterno inconformismo por la vida que llevamos nos absorve. Quién no mira hacia atrás en algún momento para recordar etapas vividas, para recordar momentos, amigos, lugares... cosas que hemos vivido y no se volverán a repetir y piensa lo mucho que descuidamos esas etapas. Cuando estábamos en el colegio queríamos llegar al instituto, cuando estábamos en el instituto queríamos cumplir los 18, luego queríamos ser más mayores para tomar nuestras decisiones, luego... en fin, siempre miramos hacia adelante sin pararnos en el presente ni disfrutar del momento.

No quiero extenderme más, la entrada de hoy ha sido un tostón de cuidado que ha servido para exponer mis profundas reflexiones sin ánimo de amargar ni aburrir a nadie. Si nos sirve para pensar un poquito sobre nosotros y sobre lo que hemos vivido y vivimos me sirve. Me quedo con los 8 años que he cumplido con la persona más especial de mi vida, me quedo con su sonrisa, con su ilusión por nosotros y sobre todo con todos los buenos, bonitos y numerosos recuerdos preciosos que esta relación ha devuelto a mi mente.