Dos semanas para un nuevo destino, 14 días para un nuevo viaje y una nueva ilusión. La verdad es que tener este tipo de kit- kat durante el año viene bien para el cuerpo y la mente. Llevo trabajando desde mediados de julio y aunque no me creo ningún superhéroe por ello, mentalmente sí que ando algo cansado y me vienen como anillo al dedo estos días libres de vacaciones de los que dispongo junto a Eki.
En esta ocasión hemos elegido la ciudad Condal. Barcelona. Hace tiempo que teníamos ganas de ir allí y por "h" o por "b" nunca habíamos podido o querido ir. Yo ha hice una tentativa hace unos años junto a Iñaki y fuímos un fin de semana en el que nos llovió lo que no está escrito. Hizo frío, en Bilbao casi nieve, el vuelo retrasado y el viaje un fiasco, la verdad. Total, que vimos cuatro cosas mal vistas y vuelta a casa con un amargo sabor de boca.
Ahora voy con Eki, como me gusta, en los viajes siempre nos compenetramos bien. Tenemos gustos parecidos y nos gusta patear las ciudades sin quejarnos. Hemos elegido el hotel hermano que tenemos en Barcelona y la verdad es que su situación es fantástica y el hotel tiene muy buena pinta, espero corroborarlo a la vuelta.
Todavía no tenemos ninguna ruta predefinida, queremos ver diferentes sitios, pero nos falta por definir un poco qué ver cada día. Lo mejor de todo irse de aquí, disfrutar de 4 días de relax, de turismo, de absueto y de no tener que mirar el reloj, vivir sin horarios y mentalmente libre, lo cual es impagable a todas luces. A la vuelta os cuento qué tal nos ha ido.
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