El pasado martes inauguré con una merendola nuestra nueva casa. En esta ocasión los invitados fueron mis compañeros de hotel, tanto insistirme tuve que claudicar ante ellos y al final les invité al piso para celebrar nuestra reciente adquisición.
Por supuesto que solo invité a la gente con la que tengo buen feeling, las falsedades no van conmigo y prefiero ser claro y que venga solo gente que me interesan como personas y que me aportan algo en este mundo. La verdad es que mis compis se portaron, trajeron banderitas, globos, un par de regalos que les agradezco y unos collares hawaianos que nos alegraron la tarde y la fiesta. La charla y las risas fueron una constante y cierto es que disfrutamos de un ambiente agradable y de una tarde plácida. Les agradezco a todos ellos que vinieran y espero que la próxima vez celebremos sus nuevos pisos... hasta pronto.