
Y el plan de este año no es otro que la aventura, bueno, controlada, pero aventura por Galicia. Sin rumbo fijo haremos un viaje por tierras gallegas para conocer el paisaje rural que distingue a Galicia. Conoceremos Santiago y luego iremos bajando hacia las Rías Baixas con el fin de comer bien, visitar pueblos rurales por carreteras imposibles y hacer una ruta que merezca la pena ser recordada. Después de las gélidas aguas atlánticas, que esperamos probar, bajaremos a Salamanca a visitar esta vieja y calurosa ciudad. Para terminar y con la billetera más vacía que la nevera de Carpanta, iremos a Seseña a visitar a mis primos y a descansar un poco después de un tute importante. Queda un mesecito para gozar de un merecido descanso, despejar la cabeza, desconectar y recargas pilas para la segunda parte del año.
Tic- tac, tic- tac, tic-tac...
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