
Y es que este "vasco-asturiano" ha logrado algo que muchos buscan y pocos consiguen. Una medalla de oro en los recién inaugurados Juegos Olímpicos de Pekín. Una medalla que sabe a gloria, una medalla inesperada para él y la recompensa a una carrera brillante en la que nunca ha alzado la voz y siempre se ha comportado como un profesional excelso. Una medalla de oro y una victoria en los Juegos Olímpicos que como bien dice él mismo se disfruta durante cuatro años. Un premio para Samu y una alegría para muchos. ¡ Un brindis por tí Samuel!
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