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martes, 23 de junio de 2015

Athletic Temporada 2014-2015 1ª parte:

ATHLETIC CLUB TEMPORADA 2014/2015

Recién acabada la temporada me he propuesto, como cada año, hacer un pequeño balance de la misma dando mis valoraciones particulares tanto del equipo, entrenador como plantilla. 

Ha sido una temporada difícil a la vez que ilusionante. Empezamos pronto en agosto con una previa muy dura contra el Nápoles que nos lastró durante buena parte de la campaña liguera a vagabundear por la misma sin pena ni gloria. Si bien es cierto que pasar la previa de Champions supuso un subidón tremendo de adrenalina y para el club un paso más en su historia, luego hemos sufrido durante unos meses la preparación casi exclusiva que se hizo mirando a esos dos partidos.

Además la pérdida de Ander Herrera fue un palo duro para un club que es incapaz de retener a sus mejores jugadores y que a su vez, también se ve incapaz de traer refuerzos de garantías. Ante una temporada cargada de partidos exigentes, nuestro fichaje se limitó a Viguera, con eso está todo dicho.

En Liga el equipo empezó mal, siguió mal hasta febrero y a partir de ahí y gracias a 5 victorias consecutivas despejamos los fantasmas de los últimos puestos clasificatorios para empezar a soñar con el séptimo puesto que daba opción a jugar Europa League. El fútbol desarrollado poco se ha parecido al de la temporada anterior. Menos presión, más dificultades para crear juego, poca utilización de las bandas, dificultades defensivas y poco gol. Acabamos la temporada con 42 goles a favor y 41 en contra. Lejos quedan los 66 goles de la 2013/2014 y los 70 puntos que nos dieron acceso a Champions. 

Tampoco creo que al equipo se le exigiera hacer una temporada igual a la anterior. El reto de la Champions era la suficientemente atractivo como para aparcar a un lado la liga. Pero el equipo no ha estado brillante y muchos de los jugadores destacados de la temporada anterior, han estado o muy apagados o desaparecidos. 


Finalmente, y no hay que quitarle brillo ni mérito al asunto, hemos logrado el séptimo puesto clasificatorio. Nos da derecho a jugar en Europa de nuevo, un peldaño por debajo, con algo menos de exigencia, lo cual nos vendrá bien para afrontar con más ambición la nueva temporada. 


En Champions League el éxito de eliminar al Nápoles nos nubló un poco a todos la visión del grupo que nos había tocado. Todo el mundo daba por hecho que pasaríamos, pero el Athletic no supo competir. Llegamos fenomenal a la previa y sin embargo en la liguilla nos convertimos en un equipo ramplón, sin chispa, sin juego y sin ambición. Así el BATE nos ganó en Borisov, un equipo que en la liga estaría en segunda división nos arrasó en un partido escandalosamente horroroso. El Oporto nos ganó los dos partidos y cuando ya todo estaba sentenciado nos dio por ganar al Shaktar en Ucrania y al BATE en casa. Por lo menos nos sirvió para sumar y poder clasificarnos para Europa League. 

Y aquí de nuevo otro fiasco, buen resultado en Turín y en casa nos elimina otro equipo normalito, con oficio y poco más. Adiós a Europa por la puerta de atrás.

Y en Copa temporada sobresaliente, hemos vuelto a llegar a la final. Un éxito sin duda. Dejamos atrás al Alcoyano con problemas, porque el partido de ida fue otro festival de errores del Athletic, un partido para olvidar, que se salvó por
un gol en el descuento de Viguera. Luego cayeron Celta, Málaga y Espanyol. Eliminatorias reñidas que supimos acabar sacando adelante. Destaco sin duda el partido de vuelta de semifinales contra el Espanyol, el mejor de todos, que nos hizo lograr el pase a la final.

Y así llegamos a una final de nuevo con trampa. De nuevo contra el Barcelona. Y además encerrona, nos hacen jugar en su campo. En fin, fuimos al matadero como los pobres corderitos. 70.000 bizkainos inundaron la ciudad Condal en un ambiente fenomenal, una fiesta de color rojiblanco inolvidable. Ahí ganamos. Hasta las 21.30 del sábado 30 de mayo fuimos mejores, a partir de esa hora todo se acabó. Otro baño que nos dan. El tercero en 6 años. 3-1 y todos a casa de nuevo con la mirada gacha. No se contemplaba otra opción, yo al menos así lo veía, era un reto cuasi imposible y así acabó siendo. No fuimos rival. Solo fuimos mejores, como siempre, en las gradas. Como bien escuché unos días más tarde: "Respecto a la afición, hay la misma diferencia abismal a favor nuestro que la diferencia que existe entre el Athletic y el Barcelona a nivel futbolístico". No hay más.

Ahora pasaré a desgranar en una segunda entrada la labor del entrenador y de los integrantes de la plantilla durante el curso 2014/2015.

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