Llevaba un tiempo alejado del blog por motivos más que justificables, y es que el pasado 1 de noviembre tanto Eki como yo cumplimos el sueño de ser aitas por primera vez. Después de 9 largos meses de embarazo, vividos muy intensamente y preparando la llegada de nuestra pequeña al mínimo detalle, el pasado día 1 por fin vimos la carita de nuestra princesa a las 19.40 de la tarde y después de 12 horas intensas de parto y 40 interminables minutos de expulsivo.
En ese momento Eki y yo nos miramos y las lagrimas se saltaron irremediablemente después de vivir uno de los momentos más emocionantes y felices que cualquier persona puede y debe vivir a lo largo de su vida. Un momento único. Ahora Ane ya tiene 19 días y la experiencia, aunque agotadora, está siendo gratificante y preciosa. Verla crecer día a día, sonreír, dormir, el momento cuando te agarra el dedo o se acurruca en tu pecho... momentos que nadie se tendría que perder nunca por lo irrepetibles que son.
Sí, es cierto, el sueño se altera, hay veces que parece que la paciencia se agota, pero en ese momento, le miras la carita de nuevo y se te olvida todo. Por eso aquí os dejo una fotito de nuestra princesa Ane, una maravilla para sus aitas que esperamos estar a la altura y darle todo el cariño y amor que ella nos está dando cada minuto.
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