Final de curso, llegan las notas (1ª parte)

Como todas las temporadas al finalizar el curso futbolístico es el momento de evaluar la temporada, a los jugadores y a su entrenador. La campaña 2012/2013 se ha caracterizado por todos los tema extradeportivos que se han vivido en el Athletic. Una constante durante 9 meses que no han hecho más que arruinar un proyecto bonito que se ha desmoronado en apenas unos meses. La campaña ha sido un auténtico desastre, un cúmulo de incidentes y asuntos varios que han supuesto que hayamos tenido que luchar por no descender hasta 3 jornadas antes de acabar la liga. Sin olvidar el bochorno de la Copa del Rey, en la que el todopoderoso Eibar nos pintó la cara en San Mamés o pa

pel para olvidar en la Europa League, un subcampeón no puede abochornar a su parroquia en un grupo con unos amateurs israelíes o un equipo eslovaco de medio pelo. Ningún jugador ha rendido a un nivel similar a la temporada anterior, es más, todos ellos han dado una imagen de impotencia y poca capacidad que pone muy en duda si lo conseguido en cuanto a juego la temporada 2011/2012 fue más una conjunción de astros que las propias cualidades futbolísticas de los nuestros. Un grupo con grietas, con un portero irregular, con la defensa más goleada en la historia del Athletic e incapaz durante toda la temporada de encarrilar un partido (menos el día del Atlético de Madrid) sin sufrimientos. Una pena, un ridículo y un desastre que ha roto las ilusiones de muchos athleticzales.

¿ Culpables?, pues los hay, y seguramente varios. Primero de todo los jugadores, para mí unos niñatos que en cuanto les han apretado un poco las tuercas han decidido abandonar el barco. Filtrar posibles problemas con el entrenador, conversaciones internas y demás peripecias no hacen más que enturbiar su imagen. La buena temporada anterior les puso a muchos en el escaparate y algunos de ellos, los más emblemáticos y que conformaban la espina dorsal del equipo, decidieron dejar el barco. Después está el entrenador, que a pesar de ser un profesional como la copa de un pino, no ha sabido enderezar el rumbo de esta temporada ni seguir los pasos dados la anterior. Su incidente con las obras fue patético y la gestión de la plantilla muy discutible. Y luego está el presidente, el que debe llevar el mando del Athletic ha hecho aguas. Con 40 millones de euros no fue capaz de fichar ni generar ilusión. No fue capaz de gestionar el affaire Llorente, no ha sido capaz de transmitir el tan proclamado gure estiloa y no ha hecho más que cavar su tumba a la par que pasaban los días en la presidencia. Un mandatario que no dirige y que a pesar de sus multitudes ruedas de prensa, no ha sido capaz de transmitir ni comunicar nada. Han sido comparecencias vacías, sin mensaje y los socios y aficionados han acabado por hartarse de escuchar muchas palabras y no oir nada consistente a lo que agarrarse. La no renovación de Bielsa no ha hecho más que añadir más leña al fuego, y no solo por el hecho, sino por las formas de cómo se ha producido todo. Un año en el que hemos tenido que decir agur a San Mamés y que nuestro equipo nos ha "deleitado" con derrotas antes Rayo, Zaragoza, Levante, Real Sociedad, Real Madrid, Espanyol, Betis y Getafe. Un logro para la despedida. Patético.

Una temporada que debemos olvidar lo más rápido posible, darle carpetazo y pensar en generar ilusión, en armar nuevamente un equipo, unir la plantilla, el cuerpo técnico y la afición y dar una bienvenida al nuevo campo de San Mamés como se merece.