La buena señora que intentó restaurar el fresco del Ecce Homo la ha armado, pero bien. No dudo de las buenas intenciones de ella, pero la chapuza que ha hecho es mayúscula. No sabemos cómo ha podido acceder al cuadro ni quién le ha dejado tocarlo, pero todo ha sido un despropósito. Aquí queda su "obra maestra", bueno, hemos hecho algún retoque más para caricaturizar su legado.
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