Para unos quizás no sea la mejor época del año. Hay gente a la que la Navidad le trae recuerdos y la melancolía se apodera de ellos. Hay personas que cuando llegan estas fechas prefieren desconectar porque las imágenes de tiempos mejores les llenan sus cabezas, y yo todo eso lo entiendo.
Lo cierto es que yo de las Navidades siempre he tenido un grato recuerdo. Siempre lo he podido asociar a cosas felices y si, me gustan estas fechas. Quizás llega algún día que sienta añoranza por tiempos pasados, quizás llegue un día en el que yo también me encierre en mí mismo y no sepa ni pueda disfrutar de estas fechas señaladas. Por suerte, ahora no tengo ese problema. No deja de ser cierto que falta gente, que hay personas que ya no existen y eso también trae algún mal recuerdo. Quién puede olvidar todas esas Navidades pasadas en casa de mi abuela Mari, cuando su casa era un hervidero de emociones, un estallido de júbilo, risas y buen ambiente. Todo eso se acabó, pero seguro que mi abuela quisiera que nosotros siguiéramos celebrando estas fechas con felicidad, todos juntos a poder ser y tan felices como siempre. Por eso yo intento que cuando llega la Navidad ser un poco más feliz que de costumbre, vivirla con alegría y con ganas de pasarla junto a los míos. Me gusta la Navidad, sí, y sé que a mi abuela le gustaría que siempre la celebráramos unidos, aunque ella ya no esté.
Hoy, el día se lo dedico a ella, es la persona que nos falta y quería tener un buen recuerdo hacía ella por todas esas Navidades felices que vivimos en su casa y que han logrado que tuviéramos una infancia tan llena de sentimientos. Por ella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario