Los recuerdos se amontonan cuando hablamos del verano que acaba de terminar. Y uno de esos recuerdos especiales tiene lugar en México, en una de las maravillas del mundo a la cual fuímos a visitar un día caluroso de julio. Después de contratar la excursión en Playa del Carmen, ese domingo de nuestras vacaciones tuvimos la suerte de conocer la ciudad Maya de Chichen Itza. La verdad es que nos dejó bastante sorprendidos la majestuosidad de la ciudad, lo adelantados que vivían los Mayas y los grandes conocimientos tanto arquitectónicos como astrológicos que poseían en el Reino Maya.
En esta foto Eki y yo posamos delante de la pirámide de Chichen, un lugar emblemático y sagrado, un lugar con un aroma especial y digno de las mejores postales del mundo. Un lugar precioso. Después de las sorprendentemente buenas explicaciones del guía hicimos un recorrido a lo largo de la ciudad y aprovechamos para sacar esta foto, que además de poder admirar la pirámide, podemos observar el calor que teníamos encima. Una ciudad sagrada visitada en unas vacaciones que jamás olvidaremos, un recuerdo muy especial...
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